Y para cuando no estés, ahí estaré yo

Cuando nos entregamos a una persona, olvidamos que también lo hacemos hacia nosotros. Depositamos todo en el otro, y pedimos todo a cambio, nos volvemos vulnerables y delicados. Olvidamos que de nada sirve amar sin amarse, olvidamos que estamos nosotros, que el otro no siempre te va a entregar lo mismo que entregues tu, siguen las demandas internas, seguimos estando solos al fin y al cabo.
Quiero decir, que te voy a querer aún cuando tu no puedas estar a mi lado, quiero decir que me querré en ambas ocasiones, estés o no, y lo voy a hacer porque creo que en el juego de las sincronizaciones y los equilibrios me aventuré a elegirte como pareja en esta partida y me aventuré en la cruzada junto a ti.
Lo haré porque es lo que quiero decir y lo quiero decir porque lo haré, de nada sirven mil palabras si con un solo acto todas ellas quedan dichas.
Quiero enamorarme de nuestra perfecta imperfecta humanidad, mirarnos, la idea es volver hacia uno mismo, esperando esa respuesta, esa idea de sonreír, confía en lo que has hecho y duerme tranquilo en las noches de invierno, que si me hago daño será solo culpa mía. 
La idea no es ser perfecto, no. La idea es hacer de los errores la oportunidad perfecta de crecer, conmigo, contigo, juntos. Que no calles lo que mueres por decir, que no se queden esas conversaciones hasta la madrugada en el olvido y no dejes temas importantes a la mitad por evitar que se colapse el vaso, consiguiendo solo que se rebose cada vez un poco mas..
La idea de todo es llevar la teoría a la práctica, releer, pero juntos esta vez.