Remembering

Supón que vivíamos en el momento correcto, en un mundo de todo menos torcido, en el que se practicaba el pedir permiso antes de pedir perdón y las cosas se arreglaban solas, o realmente no necesitaban arreglarse porque nunca llegaban a romperse del todo. Que quizás la decisión de quedarnos quietos, a ver cuánto tardaba en pasar la tormenta, pudo ser la peor que tomamos. Ingenuos como animales pensábamos que si ignorábamos la lluvia, el granizo y los relámpagos, nos salpicaría todo un poco menos, y no nos dimos cuenta de que el movimiento se demuestra andando, y que hay cosas que no se pueden ignorar, si el cimiento se esta poniendo viejo hay que arreglarlo antes de que sea demasiado tarde.

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