. Usent.
Lo acepto, soy culpable.
Por haber sido el único que consumió su enorme paciencia, por tenerla esperando sin saber qué esperar, por hacer que cediera cuando no debía y sobretodo por hacerla sufrir.
Me acostumbré a tenerla ahí, daba por hecho que estaría siempre esperando mi llamada o mensaje, preparada para luchar contra cualquier adversidad por mí, como si no tuviera otra cosa mejor que hacer…La tenía delante de mis narices y aun así, no la veía, sólo cuando me convenía, ya sabes, ceguera esporádica. Suponía lo que ella sentía, pero me lo negaba a mí mismo para no sentirme culpable, y ahora la culpa me tiene atado. Para que veas la ironía, el que tenía pánico a las ataduras…
Debo darle las gracias, por quererme como ninguna. Por decirme siempre lo que no quiero escuchar, por abrirme los ojos y sobretodo, por demostrarme que soy como el resto de los mortales. Resulta que sí, necesito a alguien, y no a cualquiera, la necesito a ella.
Se esfumó y yo lo permití haciendo lo mismo. Al principio no sabía qué coño pasaba, estaba vacío, por muchas que conociera faltaba algo, hasta que supe que ella es la pieza que me falta. Sí, tuvo que irse para darme cuenta de lo que perdía y con ella perdí también mi parte que valía la pena.
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