Svs

La distancia impide besos y abrazos pero no sentimientos.
Mi felicidad está a una lágrima de distancia, fue entonces cuando sentí que me estaba enamorando de él, pero no de cualquier manera, sino como cuando estás quedándote dormida; primero lentamente y derrepente de golpe.
Vamos a no perder esa hermosa costumbre de mirarnos en silencio hasta que uno de los dos sonría.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si tengo que pedírtelo ya no lo quiero.

Amor purgatorio