.
Hace frío, pero por lo menos no llueve. Caminamos a paso ligero fijándonos en todo lo que nos rodea, sin perder detalle. Hablando como cotorras como de costumbre y con nuestros repentinos ataques de risa paseamos las calles. Ya me he olvidado del frío, y de otras cosas... casi
Paramos a repostar, necesitamos un café, demasiadas horas en pie, falta de horas de sueño pero no de conversación. Hablamos de lo que hemos visto, lo que nos queda por ver, intentamos arreglar el mundo, y sí…hablamos de ti.
Porque desde que aterricé tengo este nudo en el estómago. Porque sé que respiramos el mismo aire, aunque como siempre, tan cerca pero tan lejos. Porque ya te he confundido con un par de espaldas. Porque no puedo pasar por una calle mítica de la ciudad sin pensar que tu la recorres casi a diario, o que seguramente habrás paseado por ese parque.
Me quedo con que por un par de días nos despeinó el mismo viento, sentimos el mismo frío y nos cegó el mismo sol.
Me quedo con que por una vez coincidimos en algo.
Comentarios
Publicar un comentario