Ojalá
Como esos que no se atrevían a quererse porque siempre que lo intentaban terminaban escribiendo cosas tristes sobre el amor de madrugada. Como nosotros. Y qué podíamos hacer, si nos resignamos a esperar, que muchas veces es otra forma de alejarse. Qué podíamos hacer sino soñarnos por las noches, y también, incluso, cuando despertábamos. Esa era nuestra rutina, nuestra bonita forma de morir. No preguntes. Sólo sé que muchas veces estuve a punto de decirle " te quiero ", pero luego pensaba que exponerse de esa forma podría ser peligroso, sobre todo por eso de que hay personas que se toman las declaraciones de amor como una declaración de guerra. Así que me callaba y le preguntaba cómo estaba, por si había suerte y me decía que, sin mí, no demasiado bien. Nunca hubo suerte. Y nos alejamos, con esa horrible sensación de perder algo tan bonito como frágil, y es que sino me perdió sí que perdió la ocasión de poder hacerme feliz. Y esto es algo que muy poca gente entiende. Muy poca gente entiendo lo que el amor es. Pero ya me estaba acostumbrando a perder. Siempre, con esa inercia de aquél que nunca aprendió a dejar de llorar con las despedidas. Y recuerdo cuando no estábamos tan lejos y aún, al mirarte, al mirarnos , te brillaban los ojos como si fuésemos a salvarnos. Qué ingenuo, supongo. Estabas enamorado, y es bonito. Y si algún día te preguntas por qué no volví te diré que ya conozco mis cicatrices de sobra como para saber que te hubieras ido otra vez en cuanto te hubieras acercado lo suficiente, y no quiero abrirlas de nuevo. Y por eso tenía miedo cuando me decías " ven " . Ojalá nos perdonemos.
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