Se habla

Se habla de las estaciones, las despedidas frente al puerto, esperando a que el barco se marche.
Se teoriza sobre la cantidad de kilómetros necesarios para alejar dos corazones que mueren y matan por volverse a ver.
Pero nadie habla del interminable reclrrido desde el coche a casa. Qué lejos queda todo, cuando ese corazón se cuelga de tu brazo y tu sólo quieres desaparecer del mundo, un rato, y a su lado.
Es por eso que quiero pensar que hacía frío.

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