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'Siempre tuya, siempre mío, siempre nuestros.' Por muchos kilómetros que se interpongan entre nosotros o por muchas personas que traten de que esto se tuerza. Por tantas veces que traté de dejarlo y por el doble de veces que me dije de intentarlo de nuevo. Por la cantidad de sueños al dormir cada noche y cada ilusión al despertar, al ver pasar el rápido ritmo de los días. Al verte madurar y crecer conmigo, al mirarte y no poder decir otra cosa que sea 'eres impresionante'; algo que se te queda corto en muchas de las ocasiones, porque demasiados han sido los que han tratado de igualarte y en ningún momento llegaron siquiera a rozar tus ideas más básicas. De tus sorpresas y de tus ganas, de tus llamadas y tus miradas, de tus sonrisas y de tus gestos y que todos y cada uno de ellos se complementen con los míos porque por mucho que intentemos cambiarlo ambos sabemos que somos iguales, y que nadie va a poder igualar nunca todo lo que hemos llegado a ser, porque somos algo invencible cada vez que nos juntamos y que aún en la distancia seguimos manteniéndonos fuertes porque tú eres lo más grande, lo que más me importa y mi motor para seguir; y por mucho que haya en medio nadie conseguirá cambiar ni mi recuerdo ni mi manera de pensar, porque eres demasiado grande como para que deje de pensarlo por cualquier tontería y mucho menos por cualquiera que intente negarme cualquiera de las cosas que has hecho y las que me has demostrado tú. Porque no es necesario verse y hablar a diario para mantenerse unidos, para seguir confiando uno en otro y para mantener vivo todo eso. Lo único que me hace falta es tenerte aquí, conmigo, lo que realmente me hace fuerte; el verdadero aire que respiro y me da vida, siempre será el que me da tu aliento en todas esas noches frías y de soledad, donde no había nadie más capaz de escucharme y comprenderme como hacías tú.

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