No, esta vida no es la que imaginé tener cuando era niña, no imaginaba que cada día terminaría entre lágrimas. No imaginé que tus amigas te traicionarían y lo negarían. Nunca pude pensar en el dolor que podría causar tan sólo una espina en el corazón... Ese dolor que cada vez se hace más grande hasta quedarte sin fuerzas, sólo ante este mundo que nadie pudo ver en sus más nítidos sueños. ¿Y esto es lo que quiero? Yo quiero despertar con una sonrisa, poder pensar que yo soy la que estoy aquí, que soy yo la que debe vivir mi vida no nadie, que solo TÚ puedes saber lo que quieres y como lo quieres, y sobretodo... saber que NADIE es más dueño de tu vida que tú.
Porque el pasar de los años te va haciendo madurar aunque sea poco pero vas aprendiendo, te vas convirtiendo en una persona con más fuerza pero a la vez con más crueldad, y todo porque la vida te ha hecho daño, tú pediste tan poco y no te daba nada más que las sobras... Y yo sólo pedía un momento de felicidad, esa felicidad que sólo la vida sabía como concedérmela, y cada vez me la quitaba más, cada minuto que pasaba me iba robando un trocito de mi sonrisa, de mi vitalidad... Ahora cambié de deseo, no, no quiero ser feliz, no quiero todo aquello que una vez le pedí a la vida que me concediera, ahora sólo deseo que me devuelva la felicidad que antes de todo... tenía...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si tengo que pedírtelo ya no lo quiero.

Amor purgatorio