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Mostrando entradas de noviembre, 2015
La gente notará los cambios en nuestra actitud hacia ellos, pero nunca notarán el comportamiento suyo que nos hizo cambiar.

Contigo

Aunque a veces me haga dura, aunque a veces tenga dudas, aunque quiera ir más despacio, sin firmar grandes contratos, aunque todo, aún así, quiero ir, contigo.

Sin miedo al pasado

Besos con sonrisa intercalada, testigos de miradas cómplices. Esos que ya no me das, esos que tanto me gustaban, dulces y a la vez sazonados, lentos en su rapidez de ejecución. Caricias que vienen y van, se sabe donde empiezan pero nunca donde terminan, placer, relajación, todo fruto del poder de tus dedos. Abrazos por la espalda, de esos que no te dejan mirar atrás, guiando tus pasos, abrigando de la fría soledad. Sin miedo a caer, sin miedo al pasado Los buenos días mi amor, las buenas noches con extra de besos, el principio y el final de un día de cuento sin moraleja. La grandeza de los detalles y la simplicidad de las palabras. Del "te quiero" al "te amo" Del "quiero estar contigo" al “no puedo vivir sin ti” Del “tu y yo” al “nosotros"
C uando estás pasando por un mal momento o por varios a la vez, te das cuenta de que pocas veces tienes de verdad a alguien. Sólo te tienes a ti.Y tú misma eres la que tiene que salir adelante, sola. Porque vale, sí, en ocasiones puntuales tendrás a alguien que te escuche o un hombro sobre el que llorar. Pero el resto del tiempo, estás sola. Y sólo te tienes a ti. Y a esa cabeza loca que a veces te dice que puedes y otras te dice que se rinde. Pero eso es la vida, una lucha constante entre el quiero y el no puedo, entre el puedo y el no quiero, entre el sí y el no, entre la alegría y la pena. Y a veces es muy difícil seguir adelante cuando lo único que ves a tu alrededor es osuridad. Cuando te sientes menos que los demás. Cuando eres la única que llora mientras todos a tu alrededor sonríen. Cuando sientes que el resto lo tiene todo y tú no tienes una mierda. Cuando los ves felices, con sus metas y aspiraciones, c...

No me atrevo

Quisiera saber de ti. Saber si visitas el mismo lugar todos los fines de semana, quisiera saber si tus pasos son iguales, si tus manos… si esas pequeñas manos siguen agarrando la vida de la misma manera. Quisiera saber otra vez de ti, saber como está tu perro, si sigue igual de bueno que siempre, saber de tus miedos, de tus preocupaciones, y esa extraña pasión por las cosas raras. Quisiera saber de tus labios, saber que andas leyendo, ¿cómo está tu familia? quisiera saber si continuas besando igual, si te has cortado el pelo, si te trata bien la vida, si continuas viendo atardeceres, ¿cómo está hoy la luna? saber… si mantienes tus hoyuelos. Quisiera saber de ti, pero no me atrevo.

Aunque no te pueda

Si ayer tuviste un día gris tranquilo, yo haré canciones para ver si así consigo hacerte sonreír. Si lo que quieres es huir camina yo haré canciones para ver si así consigo fuerzas pa vivir, no tengo más motivos para darte que este miedo que me da el no volver a verte nunca más... Hoy te echo de menos, yo solo quiero hacerte saber amigo estés donde estés que si te falta el aliento yo te lo daré, si te sientes solo háblame yo te estaré escuchando aunque no te pueda ver...
Recuerdo el momento en el que supe que estabas enamorada de mí. Lo vi en tus ojos. Todavía puedo verlo.
Y esque empiezo a pensar que el amor verdadero es tan sólo el primero, empiezo a sospechar que los demás son solo para olvidar.
Porque será que la gente ya no sorprende? Ya no nos sorprendemos los unos a los otros, no nos hacemos sorpresas, ni detalles. No me refiero solamente a las rela ciones, ni me refiero solamente a los hombres, como se suele decir. Se dice mucho eso de "es que los hombres ya no sorprenden, ya no tienen detalles ni imaginación". No es una declaración errónea, pero tampoco está completa. Porque lo cierto es que no son solo los hombres y no solo con sus parejas, sino son también las mujeres y es en casi cualquier ámbito de la vida de hoy en día que se ha dejado de sorprender. No nos tomamos el tiempo para sorprender. A la gente no le ilusiona sorprender. Ya nadie cuenta con ser sorprendido. Y mira que no es tan difícil. Basta con presentarte en el trabajo de tu pareja o tu amigo cuando no lo espere, siemplemente pasar a saludar. O quizás esperarla al salir del trabajo. Es ir a comprar algunos ingredientes y decirle a tu madre que hoy cocinas tú. Es decirle a tu hermano que hoy te ...
Solo espero que no seamos aquella historia que decia: "si te quiere, te buscará, y los dos pensaron lo mismo"

Cuando tu me miras.

Todas las ayudas espirituales, los maestros en educación emocional, los psicólogos que hablar de no anclarse en nadie, los místicos que promulgan el camino de la autosanación, aquellos que miran por tu crecimiento personal, los expertos en autoestima, los que recomiendan ser fuerte y depender sólo de uno mismo. Tienen razón pero yo soy más feliz cuando tú me miras.

Merry Christmas.

Las casas rebosantes de alboroto apenas pueden cerrar sus puertas. Las mesas llenas de bandejas de suculenta comida se ven custodiadas por filas interminables de sillas. Las ventanas se convierten en el marco de sombras reencontrándose en medio de una cálida luz. El olor a turrón en el ambiente crea recuerdos inconscientemente y el reflejo de las miles de lucecitas rojas que serpentean las calles te hacen sonreír de forma adorable. El frío, las chaquetas gorditas, los abrazos , los "perdón por este duro año", la familia, el calor de tu hogar, los villancicos, el árbol, los inútiles programas de cada noche con Paz Padilla. Son sólo una excusa más para quedarnos todos juntos sentados en la sobremesa tras el atracón de la cena. Podrá ser un simple comercio, una excusa para gastar dinero y comer por un tubo, pero la Navidad, queramos o no, nos une, con regalos o sin ellos, eso es lo de menos, y por eso la Navidad es mágica. Qué ganas de estar en casa, con mi familia y un bu...
Creo que a veces se me va la pinza, y no sé si es algo de lo que sentirme orgullosa. Tan pronto estoy arriba como beso el suelo. Pero un beso beso, con ansia y  sin despegar ni un milímetro los labios. Y es que me encantan los extremos, o eso creo, porque no le veo otra explicación. Que hay momentos -muchos- en los que ni yo misma me entiendo. Aunque tampoco eso me resulta raro, yo misma y yo somos bastante complicadas. No solemos entendernos muy bien, aunque tampoco del todo mal. Sin embargo creo que esa pasión por los límites debe tener algo de bueno. Tal vez, la autenticidad de lo efímero, haciéndolo eterno, aunque sea por un momento.

Hay momentos

Hay momentos para querer a una persona, incluso los hay para querer a dos o más a la vez, hay momentos para convertirse en un ser taciturno, para refugiarte en la más extraña de las soledades, hasta para adoptar un curioso complejo de ameba y volverte asexual. Hay momentos para conocer, para disfrutar, para querer, para sentirse querido, para querer gustar y no comprometerse ni a tener una relación afectiva con la vida. Hay momentos para luchar, para mantenerse  fuertes, para reír y hacerle una broma a una lluviosa tarde de invierno, para tocar fondo y sobre todo momentos en los cuales sentirse hundido. Hay momentos para llorar (muchos y no todos acaban siendo verdaderos), para ver negro en el blanco y para esperar algo de aquellos que jamás te darán. Hay momentos, es cierto, mil y un millones de momentos si queremos. Hay fases temporales, estados emocionales transitorios y permanentes, actitudes y conductas que incluso para unos pueden ser cuestionables, deplorables y lamentabl...
Im all yours if you're all mine.
“No se trata sólo de sexo. No me malinterpretes. El sexo es jodidamente genial, pero cuando tienes una conexión con alguien, cuando sientes algo tan fuerte por alguien, sólo un beso es suficiente para que tus rodillas se sientan débiles. Y simplemente, no se puede superar eso.”

Lunes 9 de Noviembre

Lunes 9 de Noviembre, todo lo que había que decir ya estaba dicho. Ahora las palabras sobraban, no porque no fueran suficientes, sino porque ya no cambiarían nada.

Far from the others, close to each other.

https://www.youtube.com/watch?v=U-PXEe-qeK4

Te describí a notas y te guarde en un bote para que pudieses leerte día tras día.  Era la única manera que tenía de asegurarme que te querrías para siempre.