La triste historia del pasado

Las cosas comenzaron bien, nos vimos unos días. Cine, mantas, risas, chocolate, maquillando el pasado para parecer mas de lo que somos... vamos, lo normal. Así unos días hasta que uno de los dos pidió algo más. Ese fue el punto de ruptura para que el terreno que pisábamos comenzara a desnivelarse. Vinieron entonces los pretextos, los regates, los mensajes a deshora, las llamadas a distancias en el tiempo... vamos, lo normal. Se empezó a cumplir esa extraña teoría de que el amor son vasos comunicantes donde uno quiere y el otro se deja querer. Al final, con el corazón sin presupuesto, yo me cansé de discutir y de buscar las llaves que abrían las puertas de tu alma, porque decías que me querías, pero era como cuando dices que te gusta la lluvia pero cierras las ventanas cuando llueve.. una buena tarde, después de unas semanas dándonos excusas para no vernos, porque sabíamos lo que eso traería, me enteré de que volabas en otro colchón con otra que no era yo, y yo que tantas veces te apoyé, deje que fueras feliz, si eso era lo que querías, o simplemente era lo que estabas dando a ver, me alejé. En numerosas ocasiones dijiste que te dolía y me querías, pero se quedo en la triste historia de la lluvia resbalando por la ventana que ambos cerramos viendo la minima lluvia.

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