La idea de perderte
La idea de perderte me aterra. No sé muy bien a qué se debe ya que bien puedo elegir quererte o bien sólo puedo escoger tu confianza. Y ahora pienso y digo que no quiero escoger quererte, que prefiero escoger tu confianza, tu amistad, manera de la que siempre sé que estarás conmigo. Pero mi cabeza no es capaz de comprender lo evidente; que mi corazón es posible que lleve algo más de razón ésta vez porque en los sentimientos nadie manda, es lo que uno mismo siente y no podemos guiarlos de ninguna de las maneras posibles, no podemos evitar que correspondan o no a nuestros propios sentimientos pues en eso no podemos mandar ni nosotros mismos, queremos a alguien por el simple hecho de que apreciamos bien su aspecto o bien su forma de ser, y que nos llama la atención cada uno de los detalles que componen su ser. Esos componentes que tan diferentes llegan a hacernos a cada uno de nosotros que hace que nunca podamos escoger a alguien parecido, sino que cada vez debamos reemplazar a lo que sentíamos con otros componentes diferentes.
Comentarios
Publicar un comentario