Las carcajadas del Dolor.
“Os miráis a dos metros de distancia. Tú apoyada en la pared con esa bolsa de cosas para devolver y él observando los minutos para el siguiente tren. Os quedáis mirándoos, sin saber qué decir y él balbucea la muletilla de “qué raro se me hace esto”. Instintivamente le abrazas, fundiéndote en un abrazo que dura más de lo que tarda en llegar. entonces pasan por tu retina todos los momentos que habéis vivido juntos. Os distanciáis un paso. Puedes sentir sus ojos pegados en tu coronilla y su respiración chocando en tu frente. Levantas la cabeza y ahí está, mirándote, pidiéndote un beso con el verde de sus ojos. Ese beso que ansias pero que huele a despedida y eso te repele. Sigues con los pies clavados a dos centímetros de su boca, pero te encuentras a miles de millas de su olor, de su caminar, de sus gestos, de sus palabras, de sus manías, de su sonrisa, de él. Llega el tren y con el te das la vuelta y entonces vuestras risas, las que compartisteis, se convierten inevitablemente en ...