¿Caminamos?
Decidí dejar de dar vueltas en círculos esperando una de tus respuestas, me quedé quieta, me armé de paciencia, preparé chocolate para dos y me senté en el lugar mas frío de la habitación. Que insoportables fueron esos eternos minutos que marcaban la rutina de los días, solo se escuchaba el murmullo del viento y el tic tac del reloj que me recordaba que estaba atrapada esperando por algo que jamás llegaría.
algunos meses después me di cuenta que el tiempo no estaba esperando ni por ti ni por mi, que el amor que sentía no iba a ser eterno, cada minuto que pasaba ese sentimiento se iba desvaneciendo, eternos compañeros prometías, me encontré sola en la espera y la soledad me iba recordando que me estaba desgastando, que la tristeza y el dolor se irían con el tiempo.
¿Y ahora? me preguntaron. Ahora estoy lista para olvidar ese rincón y comenzar a caminar en linea recta, porque me lo merezco.
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