A veces está bien no atender a las llamadas, no responder ningún mensaje, escuchar tus pensamientos, distanciarse y subirle el volumen a tu canción favorita mientras cierras los ojos y piensas en un momento que siempre está fijado.
Hay que entender que estar solo no significa estarlo del todo, ya que la soledad es una gran aliada siempre y cuando tú la invites a pasar, si le abres la puerta puede acompañarte y guiarte a través del camino.
Está bien no estar bien de vez en cuando, ya sabes, eso de escuchar canciones tristes, sacar a la luz esa caja de viejos recuerdos llena de regalos y cosas tristes. Llegar a casa temprano los fines de semana y llorar en la ducha desahogando la cantidad de nudos que has tragado a lo largo del día.
Está bien conocerte, admitir que no siempre quieres estar acompañado, que amas algunas cosas y que a veces prefieres estar en la cama los fines de semana viendo una película antes que estar de fiesta hasta la madrugada. Resaca, está bien tenerla, es un indicio de que algo ha ido bien en algún momento de la noche.
Está bien dejar ir a algunas personas, esas que sabes que no están destinadas a continuar contigo en el tren, esas que no te hacen sentir nada, que viajan a tu lado pero que el asiento parece estar vacío, que solo hablan de si mismos y lo que tu digas siempre pasa a un segundo puesto. Esos. Los que no les interesa lo que pasa fuera de si mismos.
Está bien preferir estar en casa, huir de esos amigos, quedarte con los que son reales, aunque acabes viajando en un mini en vez de en un autobús, porque más vale que esté lleno de sentimientos reales antes que falsas promesas y sueños rotos.
Está mal rodearte de gente sin alma, esa gente que acepta lo que los demás dicen, que critica por las cosas que leen en redes sociales, que creen que salir todos los fines de semana a fiestas hace que vayan a ser más importantes en el futuro.
Creo sinceramente que está bien caerse, romperse, morder el suelo, destrozarse, reconstruirse (aunque la mayoría de veces acabe siendo para volver a caer)
Pero también creo que se debe tocar fondo para volver a subir.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Si tengo que pedírtelo ya no lo quiero.

No te voy a pedir que me des un beso. Ni que me pidas perdón cuando creo que lo has hecho mal o que te has equivocado. Tampoco voy a pedirte que me abraces cuando más lo necesito, o que me invites a cenar el día de nuestro aniversario. No te voy a pedir que nos vayamos a recorrer mundo, a vivir nuevas experiencias, y mucho menos te voy a pedir que me des la mano cuando estemos en mitad de la ciudad. No te voy a pedir que me digas lo guapa que voy, aunque sea mentira, ni que me escribas nada bonito. No voy a pedirte que aparezcas en la puerta de mi casa con una rosa como tanto me gustaría. Tampoco te voy a pedir que me llames para contarme qué tal te fue la noche, ni que me digas que me echas de menos. No te voy a pedir que me rías las gracias, ni que hagas el tonto conmigo cuando mis ánimos están por los suelos, y por supuesto, no te pediré que me apoyes en mis decisiones. Tampoco te voy a pedir que me escuches cuando tengo mil historias que ...
Leer más

Amor purgatorio

Las rupturas son siempre difíciles porque tienes que llorar a alguien que amaste y perdiste. Pero, el tiempo lo cura todo. Eventualmente conoces a alguien más, y tu antiguo amor se convierte en un recuerdo lejano. Sin embargo, el tipo de ruptura de la que hablo aquí no es la misma. Ocurre con una persona que, no importa lo que hagas, es imposible de olvidar. No pasa un día sin que aparezca en tu mente y haga que tu corazón te pese. Por lo general, es porque la relación está sin cerrar, pero no eres capaz de decírtelo, y tampoco puedes creerlo porque, literalmente, te volvería loca. En lugar de eso, te dices que estás bien y que puedes seguir adelante, y casi logras engañarte a ti misma hasta que escuchas esa canción, miras una foto, y te mueres de ganas de compartirla, o te despiertas pensando en él. Entonces vuelves al sitio donde comenzamos: Hay muchas personas que entran y salen de tu vida. Con algunos chicos sales y no vuelves a pensar...
Leer más
El amor no son mariposas destrozándote el estómago. No son fuegos artificiales. No son los cuentos de Disney, no es Noa. No son Romeo y Julieta. El amor es reírse a carcajadas. Es poder llorar sin sentir vergüenza. Son las llamadas a las tantas de la madrugada para calmar la angustia. Es poder ser tú misma, sin tener que disimular. Es ese abrazo que te hace sentir segura. Esa mirada que no necesita rellenarse con palabras. Ese mensaje contando lo desastroso que ha sido tu día . El amor no es morirte por nadie. Ni que se mueran por ti. El amor es saber, sin ningún tipo de duda, que en cualquier momento, a cualquier hora, en cualquier circunstancia, puedes contar con alguien.  Así pues, el amor es, sencillamente, esa persona que consiga que los fantasmas de tu pasado dejen de atormentarte. Que vuelvas a fiarte de tu sombra. Que, de una vez por todas, puedas perdonar y perdonarte. Que cada mañana te despiertes con ese hambre voraz de los que salen a la vida a comerse el mundo. Q...
Leer más