Borra mi numero. Bórralo porque no soy persona de quizases. Porque no quiero medias tintas. Porque tu quizás no es mi quizás. Porque tus quizases son la mayor forma de tortura para mis ratos en soledad. Porque mis quizases son de esperanza, los tuyos de cobardía. Porque tus “te echo de menos” a las tres de la madrugada no significan que vayas a volver.
Borra mi número porque tu autoproclamada libertad está acabando conmigo. Porque no soy el perro de tu vecino, con el que puedes jugar una vez a la semana sin más responsabilidad que tu propia diversión. Porque no temo decir que quiero que me quieran con seguridad, alguien que luchará antes de huir y que sabrá querer a alguien más que a sí mismo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si tengo que pedírtelo ya no lo quiero.

Amor purgatorio