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Mostrando entradas de octubre, 2015

Te quise como si no fueras a doler.

Te quise como si no fueras a doler, sin darme cuenta, que cada beso, cada te quiero, eran una profunda fisura a mi corazón, un golpe bajo a mis sentimientos, una agresión directa. Me hiciste creer que enamorarse no es peligroso, que amar, es un regalo con bellos frutos, me acostumbraste a tus lindos tratos, me acostumbré a tu colacao por la mañana endulzado con un beso y mis buenos días, me acostumbre a preparar la comida juntos y esperar despierta tu mensaje, a escuchar cómo fue tu día, y me preguntaras como estuvo el mío, me encantaba tu manera de decirme que por muy mala que fuera mi semana, siempre llegaría el viernes en el que preparábamos esos 2 días juntos, de solo tú y yo. En pocas palabras me acostumbraste a que serías todo en mi vida. Ahora no puedo resignarme a que decidirás irte, no me acostumbro a levantarme y no ver tu mensaje, no dejo de extrañarte, de pensarte, ¿Cóm...

Amor purgatorio

Las rupturas son siempre difíciles porque tienes que llorar a alguien que amaste y perdiste. Pero, el tiempo lo cura todo. Eventualmente conoces a alguien más, y tu antiguo amor se convierte en un recuerdo lejano. Sin embargo, el tipo de ruptura de la que hablo aquí no es la misma. Ocurre con una persona que, no importa lo que hagas, es imposible de olvidar. No pasa un día sin que aparezca en tu mente y haga que tu corazón te pese. Por lo general, es porque la relación está sin cerrar, pero no eres capaz de decírtelo, y tampoco puedes creerlo porque, literalmente, te volvería loca. En lugar de eso, te dices que estás bien y que puedes seguir adelante, y casi logras engañarte a ti misma hasta que escuchas esa canción, miras una foto, y te mueres de ganas de compartirla, o te despiertas pensando en él. Entonces vuelves al sitio donde comenzamos: Hay muchas personas que entran y salen de tu vida. Con algunos chicos sales y no vuelves a pensar...

Te lo juro U_U

Yo quiero un amor entero porque no sé amar a medias. Soy, como dicen, de las que se puede bajar la luna sola, pero tengo ganas de que me la bajen. Soy una romántica empedernida pero no quiero al príncipe azul sólo quiero al hombre imperfecto que para mí sea perfecto. No necesito quien me complete porque yo ya vine completa.  Quiero acompañarlo y que me acompañe, con libertad y espacio. Con amor y detalles. Sin ofensas ni egoísmos.  No me gusta hacerle daño a nadie, pero si me lo hacen, respondo. A pesar de todo, perdono rápido pero olvido lento. Recuerdo ese beso de ese día de enero porque tengo una maldita memoria que a veces me hace daño.  Yo doy oportunidades, sí, a quien se las merece, hasta que me decepcionan y no hay vuelta a atrás.   Yo trabajo fuera y dentro de mi casa. Yo me levanto con más fuerza cuando necesito sacudirme las lágrimas y dejarme de estupideces. Yo reclamo cuando algo me parece injusto. Yo no me hago la de la bo...

~Cualquier cosa valdrá la pena.

Inútiles promesas andan muertas como el deseo apagado en el cenicero de la pasión. Latidos sospechosos de vidas aparentemente grises y mediocres. Recuerdos grabados a fuego en la primera capa de la piel. Mi vida perpleja, dudosa, en diagonal, apretujada por tu culpa, sin ti. Mis días sin agenda, mis horas mudas, mi dolor callado, sin ti. Mi amor imperfecto recosido a golpes de desamor, a golpes de deseo, sin ti. Las aristas afiladas de mi let ra pequeñísima que tiene miedo a equivocarse y se esconde entre las líneas de la cuadrícula para que no la juzguen, para que no la condenen, para que la dejen de amar. Sin ti. Sin. Y todos los sueños míos todavía contigo. Cómo si todavía tuvieras días, y pudieras seguir prometiendo. Prometer no ponerse nunca más ningún límite y asumir la libertad, sin ninguna cadena más. Prometer no tener miedo a perder de vista el horizonte, volver al océano, olvidar la tierra, dejarse deslizar cubierta abajo. Prometer no aferrarse a ninguna parte. Prometer ...

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Nos queríamos, de verdad, nos queríamos. Días nos quisimos más, días que la verdad algo menos, incluso por haber, hubieron días que nos quisimos a Neruda y al florecer de sus cerezos. Nos queríamos dentro y fuera de la cama nos queríamos bien y nos quisimos muy mal. Días nos odiamos días peleamos, discutimos, y días nos rechazamos al querernos, pero otros… otros arreglamos el mundo tan solo con mirarnos. Nos queríamos como siempre nos quisimos, de una manera inusual, diferente, a libros y a cartas, a noches en vela, y veces nos quisimos a la antigua. Nos quisimos en silencio nos quisimos, o quizás tan solo yo te quise.
Que no exista una buena razón para quedarse es una buena razón para marcharse.

Dejando el pasado en la cuneta.

Sé que vas a llegar cambiándome de sitio las ideas, tirando mi ansiedad por el retrete, con la felicidad como bandera. Y estaremos más locos, y a la vez más libres, y todos los poemas van a ser silencio si me miras. Sé que vas a llegar apretando el gatillo del olvido, dejando mi pasado en la cuneta, siendo siempre nosotros, si es contigo. Y estaremos más viejos, y a la vez más vivos, y todas las canciones van a ser silencio si me miras.