Mira allí ¿lo ves? no, pues yo tampoco. no veo a tu corazón, el pobre, levantándose del golpe, sacudiéndose el polvo del suelo y empezando a caminar con la cabeza bien alta. No veo a tus ojos secos de una vez levantando la mirada como queriendo empezar nuevos caminos. 
Espero que el orgullo te sirva de algo esta vez y que te saque por fin a flote porque yo ya no se que hacer para impedir que sigas ahogándote en ese mar de dudas que es tu cama cuando intentas dormir y parece que recuerdas uno a uno todos los errores que has cometido a lo largo del día, esos minutos en los que te atormentas pensando que tienes la culpa de todo y que el problema eres tú.
Tú que gritas hija de puta en la cara de la distancia y no puedes luchar mas, tú que no pasas una noche sin acordarte de como era estar en sus brazos o de lo gilipollas que eres por no estar a la altura de esa vida que te han dado. tú que eres capaz de mirar a los ojos a cualquiera y no asustarte sino convertirlo todo en paz y tranquilizar al corazón mas desordenado.. tú que estas harta de intentarlo y de esperar que por una vez sea ya la definitiva y comprobar que las personas en las que confías no te acabaran fallando o desapareciendo arrastrando tantos recuerdos que te da la sensación de quedarte vacía... tú que te has acostumbrado a las noches sin dormir pensando que eres tú la culpable, pensando que lo que era capaz de sostenerte en las nubes se cae y tu frenas su caída, tú que pasas de beber para olvidar porque el bebía contigo y no te compensa recordar ademas no había nadie que te llevase a casa después, tú que has decidido hace tiempo dejar de soñar porque cada vez que te atreves a hacerlo te despiertan con otro golpe y se acumulan sobre tu pequeña armadura que esta a punto de ceder de forma definitiva, tú que pretendes volverte cuerda de una forma u otra a medida que pasa el tiempo. Tú que temes dejar de ser tan intermitente o tan espontanea, tú que temes dar explicaciones, temes caer en la repetición de la rutina, tú que temes dejar de caminar por la calle y recordar tiempos mejores y la vida a tu manera, tú que en definitiva temes destruir lo que eres hoy y dejar de ser tu misma, tú que eres increíble, y no se como puedes ser tan grande siendo tan pequeña y es normal que caigas y sientas que no podrás levantarte jamas, pero los raspones de las rodillas son porque le pones la cara a los problemas, pero si ves que sigo aquí es porque nunca he dejado de intentarlo... ponte esos tacones que te hacen tan alta como alto vuelan tus pensamientos.. píntate los ojos que una vez fueron dos armas que derretían por donde pasaban y sigue adelante.

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