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Mostrando entradas de julio, 2015

Las preguntas que no supe responder

¿Por qué aún sientes dentro de tu pecho todos los latidos de mi cuerpo? ¿Por qué no dejo de sentir que formas parte de mi piel? ¿Por que decides que te quieres volver loco cuando yo me he vuelto cuerda? ¿Por qué intentamos avanzar mirando de reojo los problemas? ¿Por qué las cosas que arreglamos al besarnos las rompemos con palabras? ¿Por qué siempre que digo adiós el corazón me dice inténtalo otra vez? ¿Por qué parece que solo nos entendemos con las luces apagadas? ¿Quién diablos sabe calcular la distancia que debemos mantener? El corazón es un alumno limitado que nunca aprende, siempre la misma asignatura para septiembre. ¿Por qué es tan raro el amor? El amor que siempre resiste mucho mas de lo que dura. ¿Por qué hay cuestiones de mi piel que solo tu sabes responder? Si vuelves a mandarme algún mensaje se me rompen las costuras Explícame por qu...

Lo más común

A veces soy común, extraño cosas comunes, sonidos comunes, conversaciones comunes, besos comunes,  abrazos comunes, y dormir en el lado común de mi cama, pero eso…solo pasa a veces. La mayoría del tiempo añoro cosas extraordinarias, el sonido de tu voz, un silencio en una conversación contigo, un último primer beso de despedida, un abrazo eterno, los hoyuelos de tu sonrisa, verte dormir en mi lado de la cama... La mayoría del tiempo te echo de menos, y a pesar de ser diferente, es lo más común que pasa en mi vida.

Imagina.

Imagina que estás despierta y sin rasguños. Imagina que es domingo y eres feliz y la calle es blanca para que vueles hacia un lugar soñado. Imagínate feliz en playas sin gasolina, ni lunes acorralados, imagínate conduciendo sin preguntas. Entonces corres a sus brazos y los dos se perdonan, como si os pareciera una historia narrada en tercera persona, por irreal y por bella. Imagina que os dais cuenta de que intentar llevar la razón te quita la paz. E imagínate que hacéis el amor en cualquier parque porque la vida así lo pide y queda a cien metros la casa y eso es demasiado esperar. Y ya puestos a elegir imagina que ese tipo soy yo que esta página es mi mano que estas letras son mi voz bajando por tu cuello. Imagina también que somos otros porque nos tocamos y todo cambia y que todo aquel dolor era solo la antesala de esta vida nueva. Tal vez así podamos volver a estar juntos en algún otro lugar y no solo en este poema.

La magia

Que no se pierda la magia que desprendes. Ni el misterio. Ni ese halo de timidez que, sin quererlo, te hace diferente. No luches por ser lo que no eres. Eres especial. Así, tal cual, no quiero que cambies. Sigue sonriendo a la vida y a las personas que te acompañan, sigue con esa magia que solo ellos conocen. Sigue leyendo esos libros que nadie entiende. Que te tomen por loca. Por desequilibrada. Mientras tanto, en tu espacio particular reirás y pensarás la cantidad de ilusos que campan por el mundo. Tú a lo tuyo. Con paso firme y sonrisa delicada. Que no te rocen las críticas, sobre todo si de constructivas tienen poco. Es más, las constructivas solo de quien puede, no de quien quiere. Y así todo. Y volvemos a los gustos raros, a esas canciones que solo a ti te transportan a algún lugar que no se encuentra en la Tierra. Solo a ti. Porque sólo tú lo entiendes. Y los demás, que miren, que hablen. Que siempre quedará tiempo ...

Quiero.

Quiero más tardes de domingo que lunes por la mañana. Más viernes contigo que martes sin ti. Quiero sábado por la noche siete veces por semana. Quiero más tiempo sobre tu almohada. Que tus sábanas me echen de menos. Que la madrugada sea nuestra hora. Quiero verte anochecer y verte amanecer. Quiero volverte a ver cada mañana. Que despertar sea seguir soñando. Que soñar sea cosa de dos. Quiero darte más de lo que puedo dar. Que no tengo nada si te vas. Que lo tengo todo si te tengo. Que lo único que quiero es tenerte al despertar. Que yo solo quiero ser contigo y que tú no quieras ser sin mí.

Coleccionista de cuentos.

Le dolió entender que lejos de ser eternos su historia también empezó por “érase una vez…” Aunque más le dolió ver, que él, no era más que un vulgar coleccionista de cuentos.

Mira allí ¿lo ves? no, pues yo tampoco. no veo a tu corazón, el pobre, levantándose del golpe, sacudiéndose el polvo del suelo y empezando a caminar con la cabeza bien alta. No veo a tus ojos secos de una vez levantando la mirada como queriendo empezar nuevos caminos.  Espero que el orgullo te sirva de algo esta vez y que te saque por fin a flote porque yo ya no se que hacer para impedir que sigas ahogándote en ese mar de dudas que es tu cama cuando intentas dormir y parece que recuerdas uno a uno todos los errores que has cometido a lo largo del día, esos minutos en los que te atormentas pensando que tienes la culpa de todo y que el problema eres tú. Tú que gritas hija de puta en la cara de la distancia y no puedes luchar mas, tú que no pasas una noche sin acordarte de como era estar en sus brazos o de lo gilipollas que eres por no estar a la altura de esa vida que te han dado. tú que eres capaz de mirar a los ojos a cualquiera y no asustarte sino convertirlo todo en paz y tranq...

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Salvándome,  la sociedad no estaba preparada para un hombre como el. Pero sintió  que eso no era suficiente, y me invente  que el , no estaba preparado para alguien como yo.

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Digamos que somos personas, que somos como el resto. Pongámonos en el peor de los casos e imaginemos por un momento que no somos diferentes. Que tú y que yo nacimos para ser líneas paralelas. Que tú eres cielo y yo ese mar que jamás llega a tocarte. Que tú juegas en la oscuridad de la noche y yo te persigo cada madrugada. Pensemos que somos esa absurda regla escrita una tarde de verano por dos estúpidos adolescentes. Pero aún así, poniéndonos en lo peor, las curvas de tu cuerpo cruzan cualquier paralela, el mar y el cielo parece que se unan y el sol ilumina a la luna cada noche. Nunca dejaremos de ser estúpidos, pero ya… no somos esos adolescentes.

Hola, pequeño.

Hoy te escribo a ti, si, a ti, a una persona con nombre y apellidos, y de forma específica, sin tapujos, sin indirectas. Y no, no me importa que nadie me mire por encima del hombro, ni que nadie me diga que soy la chica más empalagosa del mundo, porque oye, quizá lo soy. Quién sabe. Quería darte las gracias, no por nada, sino por todo, no por todo, sino por nada. Quería que vieras que, sin especificar, pero dando todo lujo de detalles, incluso hasta el más insensible puede llegarse a imaginar lo que yo siento por ti, lo que me haces ser día a día. Y te juro que lo conseguiré, me cuesten las palabras que me cuesten. Gracias por aparecer, y no querer esconderte entre las sombras. Gracias por luchar, por ser un soldado en esta guerra que el mundo, el karma y todos sus aliados habían montado para nosotros. Gracias por verme, y escucharme, en vez de simplemente mirarme y oírme. Gracias por caminar en contra del viento, en vez de ...