Por qué los domingos me da por echarte de menos?, soy fanática de las alturas pero tengo vértigo, me encanta volar pero tengo las alas rotas. Tengo que confesarte que me niego a saber que mi próxima cicatriz va a llevar tu nombre. Tengo que confesarte que he comprendido que es estúpido clavarte un cuchillo a consecuencia y luego vendar la herida. Solo quiero verte, solo un rato más, llevo un tiempo pensando que seguimos viendo el mismo mar, aunque sea desde distinta orilla, cientos de palabras que desgarran mi pecho, Madrid, Barcelona, Sevilla, Tenerife, son las 10 de la noche tengo un piano de fondo y tengo que confesarte que ni yo mato por celos ni tú mueres por mi, ¿por eso haces que no parezca amor? ¿porque es lo que se lleva ahora? 
Cobarde es todo aquel que puso un límite desde el principio, ahora ya me cansé de seguir tratando de no dañarme, vamos a hacernos daño, pero solo si es juntos, vamos a cantar hasta quedarnos sin voz, vamos a gritar, es lo que digo siempre, pero llegado el momento cuando las cosas empiezan a torcerse prefiero volver a mi habitación, prefiero volver a la esquina de donde no debí salir, prefiero volver a arroparme, prefiero quedarme en la silla viendo como el mundo gira a mi alrededor, sí, prefiero hacerlo a mi modo y, bueno, a quien no le guste, ya sabéis al frase del blog, legendaria como ella misma, "que se baje del tren" que ni yo tengo tiempo para quedarme en esa parada ni las personas tienen tiempo para gastar esperándome, supongo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si tengo que pedírtelo ya no lo quiero.

Amor purgatorio