Despedimos el invierno
con un cálido beso en la mejilla
haciendo primavera su última noche.
Le dijimos adiós a esos fríos te quiero 
a los guantes que usabas para agarrar con miedo la vida
y a la bufanda con la que até tus manos
a ambos lados de mi cama.
Le dimos la última oportunidad al frío
a las horas tristes
y atrás dejamos esos domingos
que no llegaron a ser domingos.
Despedimos al invierno con la primavera
como si hubiese pasado todo,
y nada al mismo tiempo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si tengo que pedírtelo ya no lo quiero.

Amor purgatorio