De tanto en tanto rebusco en mis recuerdos, se mezclan sensaciones y setimientos. Mi vida era facil, vivía en paz, sola con mis pensamientos. Más un día llegó a esta un estúpido momento, que por muy estúpido que sea este, aun lo recuerdo. El día más maravilloso, más auténtico, ese en que dejaste que te acariciara lentamente todo el cuerpo, el día en que llegaste a mí haciendo que todo me quedara pequeño, el día en que las huellas de tus dedos se clavaron en mis huesos, ese día en el que tatuaste tus labios en los mios, aquel en el que dejaste firmadas dos simples palabras que aunque para tí no puedan significar nada, para mí son algo más que el universo.
Aquel... que recuerdo... como el día que me diste las gracias por seguirte queriendo, o por empezar a hacerlo.

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