Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2016
Eres complicada. A veces tienes tantas paranoias que es casi imposible no odiarte. No te gustas porque no eres perfecta. Y sí, no eres perfecta, pero quién lo es?  Te quejas constantemente de tus defectos, eres temperamental, insegura, un total contrasentido. Pero también eres la persona más sensible y dulce que conozco. Te escondes detrás de capas de sarcasmo, finges ser una perra, pero no lo eres.  Dices odiar el romanticismo y luego te pierdes dentro de un abrazo.  Te encariñas fácilmente y das el corazón a aquellos a los que amas. Amas tanto, amas fuerte y nunca a la mitad. Y te quedas, incluso cuando no hay nada más por lo que luchar, te quedas hasta el final, aún a costa de perderte a ti misma.  Así que sí, podría convencerme de odiarte, pero no puedo. Prefiero amarte.

¿Qué haremos con este querer?

A kilómetros de cualquier espejo, existe aquello que no podemos ni ver ni tocar. Solo sentir. Decidir que reducirás el miedo a la mínima expresión. Que no te pondrás la tirita antes de la herida. Que no avanzarás ningún futuro. Llenar tus días de reposo, de dejar de anticiparte al agua helada de un río y canciones que reflejan cada cicatriz en todos los poros de tu piel. No poder dejar de mirar el cielo. Pa rarte en el paisaje y que se te pare todo adentro: la pena, las prisas, la nostalgia, el deseo cortado por lo sano. Respirar y que pasen cosas, que se muevan las piezas de tu mundo a medida que van encajando las unas con las otras, aunque continúen dejando agujeros vacíos, aunque no prometan cubrirte la espalda por siempre jamás. Crear la posibilidad. Que cuando crees que el cielo no se abrirá nunca más y que andarás para siempre jamás con el peso de este bochorno que te ahoga las neuronas y te afloja las ganas, aparecen caras conocidas que no sabías que, sensaciones nuevas q...
Mi Padre me decía que para hacer feliz a una mujer no hace falta mucho... Es decir, se explicaba mejor, no se necesita mucho esfuerzo, pero se necesita mucha pasión. No hace falta mucho dinero, pero necesitan de la creatividad. Llévala a pasear, me decía. Llévala a los callejones de la ciudad. Llévala a mirar las cosas pequeñas, a ver cómo las viejitas riegan los balcones. Que las caminatas ayudan, también a enamorarse de más, me decía. Porque cuando se camina los pensamientos estúpidos fluyen y sólo queda el presente, la belleza del día, ustedes dos. Luego, llévala a tomar un aperitivo, me decía; Esa será la prueba del nueve. Tomad un buen aperitivo juntos, descansen de la caminata, bebed y comed, ríanse, demonios.... hazla reír. Y si después el aperitivo te dice: " yo todavía tengo hambre, vamos a cenar?" Entonces significa que esa persona está realmente bien contigo. Es feliz, me decía. Por qué una mujer, cuando está bien, siempre tiene ...
Con el tiempo nos damos cuenta de que desnudarse con alguien no es precisamente quitarse toda la ropa.