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Mostrando entradas de febrero, 2016

Querido cupido..

Querido cupido, se que yo ya no soy una niña y tu no eres Papá Noel o los Reyes Magos para escribirte así. Pero en estas fechas, incluso viendo toda la falsedad, hipocresía que hay a mi alrededor, no he podido evitar volver a levantarme con este sentimiento tan abstracto y profundo, que es la soledad. Te escribo esta carta porque según me han dicho tienes el poder de unir a dos personas a fines sean cuales sean sus circunstancias y que consigan llegar a sentir ese sentimiento tan abstracto y profundo que es el amor.. Hay tanta gente que no se atreve a amar por miedo, por desconfianza o que por cosas de la vida no son capaces de encontrarlo por sus propios medios, te escribo esta carta para que me ayudes a encontrar a esa persona, una persona que no intente disfrazarse para gustarme, que desde un principio sea sincera con lo bueno y con lo malo y sea yo quien decida si me gusta o no, que valore los detalles, todos esos pequeños y grandes sacrificios que cuestan tanto pero que hacemos p...
"Lo que menos me gusta de echar de menos a alguien es que funciona a rachas. A días. Por momentos. En lugares concretos. Cuando menos te lo esperas. Llega sin avisar. Se queda un tiempo indefinido. No puedes dejar de hacerlo. Aunque lo intentes. Escuece. Duele. Quema. Pica. Desgarra. Rompe. Congela. Hiela. Arde. Arranca. Hiere. Desquebraja. Te hunde. Te asfixia. ¿He dicho qué duele?. Duele. Mucho. Te despiertas y no sabes qué va a pasar. Porque a veces, como dice Joaquín Sabina, hasta las suelas de mis zapatos te echan de menos.  ¿Pero sabes qué? Se pasa, siempre se pasa, te lo prometo."
¿Cuántos príncipes azules deberás besar para que no te salgan rana? ¿Cuántos limones enteros deberás masticar para hallar tu media naranja? No habrá cenicienta que te saque a bailar sin que te pise los pies con zapatos de cristal y, total… ¿Para qué? Olvida todo lo que has escuchado, sé que es complicado, pero por algo se empieza, que nadie diga que no sirves ni haces nada bien. Sabes que vales, tenlo siempre en mente. Deja tus complejos y tus defectos a un lado. La piel so lamente es corteza, solamente es la reja que mantiene a ese “patito feo” enjaulado alejado de lo que el espejo refleja. Abre la verja, sal y vuela tu persona interior. No hay diferencia entre una chica del montón o una canon, bueno tan sólo un canon de belleza, pero pobre de aquel corazón que busque pareja en la apariencia exterior, pues al fin y al cabo todo se degenera.  No quiero quejas, sólo quiero signos de aceptación que sean dignos de admiración, esos que consiguen dar fortaleza. Eleva el mentón...
Lo confieso, no me gustan los 14 de febrero, no me gusta ni su etiqueta ni su trascendencia. Yo siempre he sido de los días normales, de esos 15 de febrero en los que ves al amor con resaca, de esos 17 de enero entre mantas sin motivo en los que un clásico del cine es el mejor de los compañeros, de esos 20 de abril llenos de vida con aroma a primavera, de esos soleados 9 de julio en los que ahogas las penas con una cerveza bien fría, y también de esos lluviosos 23 de octubre. Siempre he sido más de celebrar cualquier día de la vida, de querer cualquier día de la vida, y de regalar cualquier día de la vida. Lo confieso, me encanta disfrutar de los inexistentes 30 de febrero, y sobre todo brindar por la vida, los 28 de enero y los 4 de marzo, llamadme rara, pero me encanta llevar la contraria.
Siempre he pensado que en toda relación hay momentos maravillosos, pero también momentos que te enseñan a ser más fuerte y unidos como pareja, momentos que marcarán la relación y a cada uno para siempre. Pero cuando pasan estos momentos no pensamos en la persona que tenemos al lado, en cómo nos hizo cambiar o cómo entró a nuestra vida. Cuando te conocí supe que harías toda una revolución en mi historia, fueras mi pareja o no. Sabía que serias la razón de mis sonrisas, que serias mis ganas de superarme en todos los aspectos. Y así fue. Cambiaste todo mi panorama, mi manera de ver la vida, me diste motivos para superarme, me ayudaste a crecer y madurar. Me hiciste entender que no todos los hombres son iguales, que a pesar de haber tenido malas relaciones, no te desquitarías conmigo y me entregaste tu entera confianza. Me ayudaste constantemente a entender que la vida en pareja es complicada, pero que si hay amor de por medio, atención y comunicación, siempre habrá salida a cualquier pro...
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