Desaparecí.

Desperté entre lágrimas aquella madrugada, anhelando tu cuerpo y tu respiración cerca de mi. La mirada se perdía en el oscuro techo de mi habitación, a la vez que mi alma se desvanecía lentamente.
Lo dejé de ver. Dejé de ver el mundo real, el aire moviendo las ramas del árbol al lado de mi ventana, los pájaros cantar, o el sol haciendo brillar mi pelo o mis ojos. Desaparecí. Desaparecí a mi manera.

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