Cuando un papel se arruga nunca vuelve a recuperar su forma

A veces creemos que lo más importante puede ser lo material, lo que sólo podemos tocar para saber que existe. Que será imprescindible pero lo que en realidad importa no es lo material, sino lo que no vemos, todo eso que sentimos sin querer y aunque tratemos de ignorarlo está ahí, ante nosotros como la luz del sol por el día y el brillo de la luna en las noches... Todos esos detalles que creemos que son imprescindibles en realidad se vuelven en nada cuando vemos que ocasionan una gran decepción; algo que jamas imaginarias y que te deja preguntas sin respuesta que justo segundos antes no tenías. Dudas que ocasionan una gran pérdida de confianza, que hacen que te sientas vulnerable a cualquier ataque y que eso ocasione distancia. A pesar de todo lo malo gracias a eso te das cuenta de que debes intentarlo de nuevo, y volver a recuperar esa confianza.
Todos tenemos derecho a intentarlo de nuevo pero lo que no sabemos es si los demás están dispuestos a perdonarnos por nuestros errores, o si en algún momento pensaron que algún día pudiéramos llegar a fallarles y eso es, lo peor que puede llegar a pasarte; porque cuando un papel se arruga nunca vuelve a recuperar su forma, así como en ningún momento puedes volver a depositar la misma confianza en alguien porque pueda volver a fallarte de nuevo. Es confianza que se pierde, que no vuelve, y que por mucho que tratemos de engañarnos, no va a volver...

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