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Esa sensación se apodera de mi silenciosamente, al principio tenia problemas con las cosas pequeñas, pero luego decidí ignorarlas y seguir de largo. Es como un dolor de cabeza que espero que se me pase, que es solo otro mal día, pero no es así, está ahí, me persigue, intento que los demás no lo noten, camino entre ellos como si fuera una más porque es lo que hay que hacer, es lo que hacen otros, pero el problema no desaparece, sigue ahí, es como una persona que está siempre observándome y machacándome, no se va, me esfuerzo por actuar frente a los demás y empieza a ser más pesado. Y lentamente empiezo a alejarme de las personas ignorándolas por completo. Todas las pequeñas cosas que me hacían feliz ahora son insignificantes y las pequeñas tareas, las más simples se vuelven pesadas e imposibles y la motivación desaparece, ¿por qué seguir intentándolo si todas esas cosas solo hacen que me sienta peor? Hay una parte de mi que quiere arreglar las cosas, pero no dura mucho, porque...